Origen de nuestro café
La historia de nuestro café comienza en la comunidad de Jalcocotán, en el corazón de San Blas, Nayarit. En este paradisíaco lugar, la brisa del Pacífico acaricia nuestros cafetos durante todo el año, mientras los suelos volcánicos ricos en materia orgánica crean el escenario perfecto para cultivar granos de una calidad única e inigualable.
Nuestro café sigue un proceso artesanal, donde cada grano es secado únicamente con aire y la cálida caricia del sol. Sin utilizar maquinaria ni agua, preservamos la integridad de la cereza, permitiendo que cada parte contribuya a la creación de un sabor excepcional. No se despulpa; la cáscara y el mucílago se quedan, manteniendo los azúcares naturales en contacto con la semilla, resultando en un café con acidez agradable, buen cuerpo, y un dulzor y aroma característicos de los cafés con proceso natural.
Tenemos la responsabilidad de respetar profundamente el esfuerzo y dedicación de los productores de nuestros granos, por lo que cada bolsa de nuestro café está identificada con un código QR que contiene datos específicos como la fecha de tostado, fecha de cosecha y productor, lo que permite tener los detalles que hacen único a ese lote específico.